sábado, 9 de mayo de 2009

RABO DE TORO


El toro siempre ha estado presente en la historia del hombre. Desde los griegos y romanos hasta los musulmanes, según cuentan algunos romances, se corrían toros y cañas, acabando también los astados en las cocinas de los señores.
Pero la época de explendor del toro en las cocinas, aparte de en plazas y correderas, fue durante el siglo XVIII.
Y de aquellos tiempos viene esta afición en el sur, especialmente en Córdoba, por el estofado de rabo de toro. Plato que al día siguiente de la celebración de alguna corrida en la Plaza de la Corredera se preparaba en los mesones de esta misma plaza.
Si uno quiere degustar un buen estofado de rabo de toro, solo tiene que venir a Córdoba y pedirle a un amigo que lo invite a su casa. En esta tierra cualquier vecino le puede deleitar con este exquisito plato.
Esta receta es la de la abuela Carmen, que nos la prepara a menudo y degustamos con mucho placer.


Ingredientes:
-Un rabo de toro
-3 cebollas
-Una cabeza de ajos
-1/2 litro de vino oloroso
-Pimienta
-Laurel
-Nuez moscada
-Una astilla de canela
-Azafrán en hebra
-Aceite de oliva

En una cazuela grande con aceite de oliva freímos los trozos de rabo de toro.
Cuando estén dorados por todos lados agregamos los ajos y seguidamente las cebollas troceadas.
Cuando esté todo rehogado se añade laurel, sal, pimienta, nuez moscada, la canela y el azafrán en hebra.
Se cubre todo con el vino y se deja cocer a fuego lento durante dos horas aproximadamente.
A medida que se reduzca la salsa, ir agregando agua. Debe seguir cociendo lentamente hasta que la carne se separe del hueso fácilmente.
Y a degustarlo con un buen medio de vino de Montilla-Moriles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario